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La revolución estudiantil ha comenzado, simplemente, es un boicot del mundo académico (I)

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KaosPilot Galicia

Por Simon Kavanagh,
International manager of KAOSPILOT

El mundo está cambiando y ya no es suficiente con que los estudiantes se gradúen con un título en una única disciplina, sin contar, además, con un conocimiento práctico de las habilidades de liderazgo y gestión que son esenciales para trabajar con procesos creativos e innovadores y equipos multidisciplinares en el marco de la empresa.

Afortunadamente, esto se está volviendo más evidente para las instituciones académicas, al menos para aquellas que tienen alguna conexión con el mundo exterior, con sus estudiantes y con las industrias y empresas en las que sus alumnos tienen que ser más competitivos para trabajar.

El número de instituciones educativas que despiertan a esta realidad es cada vez mayor, sin embargo no está sucediendo tan rápido como podrían o les demandan sus alumnos, al ser conscientes de que por ese camino no obtendrán los conocimientos o las habilidades necesarias para conseguir o para crear el tipo de trabajo que están buscando. La empresa y el mundo académico se están distanciando cada vez más, resultado de un enfoque aislacionista y egoísta de la mayoría de las universidades y escuelas de negocio y la escasa capacidad de adaptación de sus contenidos en un mundo cambiante. 

“….las instituciones académicas necesitan volver a conectarse con sus clientes, los estudiantes y los potenciales empleadores”

Lamentablemente, parece que a diferencia de casi todas las organizaciones en el mundo, públicas o privadas, que se han dado cuenta del hecho de que necesitan REPENSAR tanto su estructura organizativa, estrategia empresarial, productos principales, base de clientes y relaciones con los mismos; las instituciones académicas han elegido permanecer impermeables a los cambios. Cualquier compañía, que dice saber dónde estará dentro de 10 o 15 años, básicamente está faltando a la verdad.

Desgraciadamente, parece que la educación en general no reacciona ante este futuro desconocido y continúa sin producir graduados con las habilidades correctas (que pueden aprenderse dentro de las empresas) y, principalmente, con la mentalidad correcta en términos de creatividad, innovación, asunción de riesgos y, lo más importante, LIDERAZGO EMPRENDEDOR!

A pesar de sus esfuerzos porque los alumnos dispongan del contenido online, las instituciones académicas simplemente están transfiriendo a internet los mismos problemas fundamentales que tienen en la educación. Continúan moviéndose en la misma dirección y, aunque este conocimiento está disponible las 24 horas y, por lo general, de forma gratuita, los estudiantes no disponen de apoyo sobre cómo ponerlo en práctica en un contexto real ni de la metodología para la evaluación o reflexión de dicho aprendizaje de acción.

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“Las instituciones académicas son como petroleros a los que ridículamente les lleva un montón de tiempo frenar o cambiar de rumbo”

En estos últimos cuatro años de investigación, he descubierto que dentro de este “nuevo” mundo que reclama una revolución educativa vital, ¡ahora es el preciso momento de cambiar! Esta ventana de oportunidad no estará aquí para siempre y, lamentablemente, las Universidades todavía no están incorporando cambios, por pequeños que sean así que, lamentablemente, será demasiado tarde.

Las instituciones académicas son como petroleros a los que ridículamente les lleva un montón de tiempo frenar o cambiar de rumbo. Y como resultado, temo que tal como la historia siempre nos ha mostrado, si eres reactivo y no proactivo, los resultados y las alternativas sugeridas serán deficientes y estarán mal probadas, lo que resultará en una regresión a “hacer lo mismo de siempre”. Cuando generalizo acerca de las instituciones académicas y su falta de dirección o conocimiento, no lo hago en lo que respecta a todos los empleados de estas instituciones.

Mi investigación muestra que la mitad, y lamentablemente casi la mayoría, todavía son reacios al cambio fundamental en la filosofía, el enfoque pedagógico y metodológico en la educación; pero también lo son a un cambio en la su educación, desde la era industrial a la era temporal, centrada en una sociedad basada en el conocimiento, donde la generación de nuevos negocios y la innovación ahora son  fundamentales, en la que los individuos con confianza, liderazgo y mente emprendedora necesariamente han de ser el resultado.

El efecto se está dejando notar con la caída en las solicitudes de universidades locales y escuelas de diseño, disminuyendo las matriculaciones en algunas de las principales ciudades, como Nueva York.  Sin embargo, esta realidad es sólo parcial, ya que muchas de las instituciones sí están captando estudiantes nacionales e internacionales que están más que felices de poder unirse a estas comunidades, creando una falsa sensación de comodidad. Para mí es muy simple interpretar lo que pasa: las instituciones académicas necesitan volver a conectarse con sus clientes, los estudiantes y sus posibles empleadores.

No tengo la total seguridad de por qué esto está sucediendo en Nueva York, pero quizás tenga algo que ver con los costes de matrículas ridículamente altas, hasta 100 000 dólares por dos años de Master, que no ofrecen garantía de un trabajo lo suficientemente bien pagado para pagar los préstamos, ¡incluso sin la garantía de trabajo alguno!


Las instituciones académicas necesitan volver a conectarse con sus clientes, los estudiantes y sus posibles empleadores

A esto lo llamo  R.O.E. (siglas en inglés de rendimiento de la educación) basado en el concepto de  R.O.I (siglas en inglés de rendimiento de la inversión). También creo que puede tener algo que ver con el aumento y el énfasis cada vez mayor en el comportamiento del emprendedor  “real”, fundamentalmente de startups, que está demandando formación a la carta, un “do it yourself”  de la educación, alejada de los programas obsoletos de las Universidades y Escuelas de Negocio.

Seguramente esta es una reflexión dura pero puede quedarse corta. A pesar de incluir un mayor enfoque empresarial en sus educaciones, a las Universidades y Escuelas de Negocio todavía les falta mucho tiempo para ofrecer lo que es realmente importante: el crecimiento personal y el desarrollo. Entendiendo crecimiento personal como desarrollo intrapersonal e interpersonal y enfocado el crecimiento de los estudiantes como futuros líderes, gerentes y gestores del cambio.

Entonces, ¿en qué consiste el llamado enfoque a la carta a la educación y quién lo está haciendo? Está compuesto por programas físicos y online, gratuitos y de bajo coste, que conectan a los estudiantes autodidactas y les proporcionan contenido y conocimiento a través de diferentes modelos educativos como  MOOC (Massive open online course), REA (Recursos Educativos de libre Acceso) u OCW (Open Course Ware). Ejemplos pueden ser: ocw consortium, skillshare, que es una plataforma para clases online y offline sobre cualquier cosa; creative live, cursos creativos para emprendedores o creativos, a través de blogs como eventos de HBR y emprendedores con mentores, expertos e inversores potenciales como http://generalassemb.ly/.


En cinco años las mejores clases del mundo serán accesibles, internet….será mejor que cualquier Universidad”. Bill Gates

En conjunto, el crecimiento de este tipo de plataformas ofrece una aproximación rentable, con un enfoque de “learning by doing”, siempre y cuando se esté “haciendo”, es decir, implementando y probando lo que uno aprende, agregando experiencia a través de una comprensión y evaluación, ambas activas de la teoría.

Una cosa es segura, predigo que en diez años la mayoría de las ciudades experimentarán lo mismo que le ha pasado a Nueva York:  aparecerán conceptos similares o mejorados para aplicar a la realidad actual, mejores REA´s ( y sistemas y redes online de enseñanza) y escuelas alternativas como kaospilot aparecerán como moscas sobre los restos de la academia. Esto será impulsado por el inminente cambio en la autoconciencia de los estudiantes unido a  las “prácticas y necesidades del mundo real”, en primer lugar, para desarrollar e innovar en los negocios y, en segundo lugar, para que las ciudades mantengan o mejoren cierta calidad de vida.

Esto último sucederá debido al aumento de ‘filantropía de conocimiento y experiencia’, ofrecido por emprendedores en serie y otros expertos de campo, que tomarán un papel activo apoyando, donando su conocimiento, tiempo, mejores prácticas y tutorías para reconstruir sus ciudades a partir de las bases de la comunidad y por este medio llenar el vacío dejado por la educación.

Los primeros indicios de esta revolución estudiantil han comenzado como se ve en Nueva York y otros lugares. En pocas palabras, es un boicot creciente de lo académico que, evidentemente, conducirá a la disminución del significado del “grado”. Lamentablemente, este boicot no solo se está notando en estudiantes tal y como  pude comprobar en un viaje reciente a Dublín.

Volviendo a mi ciudad natal para investigar el auge de los movimientos empresariales y de base y la actividad empresarial social, tanto privada como la pública, apareció una inclinación general: “… no metas a los académicos en esto, solo lo harán más lento”. Esto es una clara indicación de que estos bastiones de la teoría carecen de las competencias y la dirección de la acción para apoyar soluciones, roles y métodos nuevos e innovadores. ¿Están fuera de su realidad y su orgullo los ciega a esto, o simplemente no se dan cuenta de que están ofreciendo un producto obsoleto y mediocre?

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